"Si no hago otra cosa, no como": una investigación sobre la dura realidad de los directores de cine

Por Nicolás Schaller
Publicado el , actualizado el
Simon Bailly por “Le Nouvel Obs”
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Abonado
Investigación Aunque el Festival de Cine de Cannes está en pleno apogeo y transmite una imagen glamurosa de la profesión, la realidad no es tan color de rosa para muchos guionistas-directores.
Para ir más allá
Antes de los últimos Oscar, Brady Corbet, el director de "The Brutalist", admitió que no había ganado ni un céntimo durante los tres años que pasó produciendo y promocionando su película y que tuvo que aceptar rodar anuncios en Portugal para pagar el alquiler. Por su parte, Sean Baker, director de “Anora”, señaló la dificultad que tiene un cineasta independiente para ganarse la vida y, más aún, tener una familia que mantener.
El hecho de que los directores de las dos películas estadounidenses más celebradas del momento sufran y se preocupen por la precariedad de su profesión plantea un interrogante: ¿qué pasa en Francia? El contexto aquí no tiene nada que ver con Estados Unidos, donde la desertificación de los cines y el desinterés de los estudios en todo lo que no pueda franquiciarse son mortales. Nos beneficiamos de un sistema, la excepción cultural, que nos permite producir alrededor de 250 películas por...
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